Tanto instituciones académicas, como empresas que se mueven en este sector están demandando cada vez información más especializada, que dibuje una radiografía global del mercado, pero que a la vez incorpore en este tipo de análisis, mayor granularidad, identificando las demandas y preferencias de los clientes que demandan estos servicios educativos, señalando las tendencias más solicitadas en formación o los perfiles que más aceptación tienen en el acceso al mercado laboral.
España cuenta con 13 Universidades entre las 500 mejor valoradas del mundo (3 más que en 2018). Este dato tiene aún más valor si se tiene en cuenta que de las 38 universidades que se sitúan entre las mil mejores, solo una es una institución privada y que del total de universidades públicas españolas que imparten grados presenciales (47) el 80% se encuentra entre las 100 mejores del mundo.
La calidad de las instituciones educativas superiores es bastante elevada, sin embargo, no parece que esté lo suficientemente explotada como para posicionar a España a la cabeza de los países que mayor rendimiento obtienen de ellas, medido en términos de población que accede a este nivel de estudios. Esto da idea de que existen recursos infrautilizados, de los que se podría obtener un mayor rendimiento, si se pudiese llegar a una audiencia adecuada y/o motivase de forma adecuada para seguir cursando una formación, que pueda proporcionar acceso a empleo de calidad.
